domingo, 21 de agosto de 2011

Las pulgas invaden el parque de La Paloma

Los vecinos del Barrio del Carmen llevaban tiempo sufriéndolas, y ayer se produjo un nuevo episodio. Una de las empleadas del servicio de limpieza ha tenido que ser atendida en el ambulatorio por picaduras de pulgas. La mujer se encontraba limpiando con la manguera la plaza de la Paloma, una zona que es utilizada por perros e indigentes para hacer sus necesidades.
«La chica tenía las piernas enrojecidas, llenas de picaduras, y me dijo que estaba todo lleno de pulgas», afirmó un vecino que paseaba por la zona. Eran las once de la mañana y en ese mismo parque había niños que jugaban, que también sufrieron picaduras. «Le dije a la madre que los llevara al ambulatorio y a la limpiadora le sugerí que diera parte de la situación», comentó el mismo vecino.
Para el presidente de la asociación de Vecinos del Carmen, Miguel Wiergo, la situación es alarmante, porque el lugar «se ha convertido en un estercolero. Está lleno de excrementos, huele mal y entre la suciedad, el polvo y el calor, es un nido de estos insectos». Debido a ello, muchos vecinos no llevan a sus hijos a ese parque.
Para los residentes de la zona, es imprescindible «hacer una limpieza exhaustiva». «Es indignante que en otras calles, como la de las Torres de Serrano, se limpie con productos desinfectantes y aquí sólo con agua. Yo he ido por la calle santo Tomás matándome las pulgas que se me subían por el cuerpo», se lamenta Pilar Martí, una vecina del barrio.
Wiergo denuncia la «inactividad de la concejalía de Parques y Jardines». «En ese parque hay un árbol que es un ficus milenario y está protegido por la ley» asegura Wiergo, «hace cinco o seis meses vinieron dos técnicos y la jefa del negociado y dijeron que aunque el árbol estaba bien, hay que darle la protección que se merece». Sin embargo, al ver que no se hacía nada y ante su insistencia en la concejalía, «me preguntaron cual era mi interés sobre el tema, parece que les molesta que los vecinos protestemos» exclama Wiergo. La Asociación exige «que se proteja el árbol, que se limpie la zona y que los vecinos recojan los excrementos de sus perros para que no sea el 'cagadero' del barrio».
El problema no es nuevo ya que el año pasado también hubo quejas por picaduras de pulgas en la zona, pero los vecinos aún siguen esperando la actuación municipal.

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