jueves, 25 de agosto de 2011

La limpieza a fondo de las alcantarillas extrae 10 toneladas de residuos cada mes

Cada mes, el ayuntamiento extrae una media de 10 toneladas de residuos de las alcantarillas de la ciudad. Sin embargo, este mes de agosto la cifra de basura extraída se ha disparado ya que en tan solo 15 días las brigadas municipales de limpieza han sacado a la luz 7,8 toneladas de basura en cinco barrios: Caba-nyal-Canyameral, Trinitat, Castellar-Oliveral, Ciutat Jardí y Sant Pau.
El consistorio realiza estas labores durante todo el año, aunque los trabajos se intensifican en verano con el objetivo de limpiar en profundidad todos los elementos de captación y drenaje de aguas pluviales. El objetivo es evitar las inundaciones que se producen en algunas zonas de la ciudad con la llegada de la gota fría. El año pasado la extracción de basura de las alcantarillas sumó 130 toneladas.
La concejala del Ciclo Integral del Agua, Mª Àngels Ramón-Llin, precisó ayer que los trabajos han incluido la limpieza del interior de los colectores, de rejas y de otros elementos de fundición del alcantarillado, y destacó que estas actuaciones "hacen posible que la red municipal de saneamiento esté preparada para afrontar los episodios de fuertes de lluvias".
Junto a estas actuaciones se han realizado más de 50 inspecciones en los sistemas de drenaje de aguas pluviales, en especial, sobre imbornales y sumideros.
La red de alcantarillado de Valencia tiene una extensión de 1.252 kilómetros, de los cuales 140.270 metros son colectores visitables -de diámetro superior a 1,5 metros-, cuya limpieza se lleva a cabo de forma manual por parte de las brigadas de limpieza de alcantarillado, y el resto, 892.446 metros, corresponden a alcantarillado no visitable, cuya limpieza se realiza a través de camiones cuba y vehículos de aspiración.

Los comerciantes denuncian perdidas del 50% por las obra que se están realizado en el Mercado Central

Polvo y sol. Pero sin viandantes y, por supuesto, sin compradores. Así estaban ayer los alrededores de la plaza Ciudad de Brujas, donde desde hace ya cuatro años se están llevando a cabo obras tanto para la línea 2 de Metrovalencia como para un gran aparcamiento subterráneo. Y lo peor es que, según los comerciantes de la zona, ese desolador paisaje no es fruto de un tórrido agosto. La mayoría de comerciantes consultados por Levante-EMV aseguran que las pérdidas han llegado al 50%, y algunos incluso sugieren al ayuntamiento que les exima del Impuesto de Actividades Económicas (IAE) por las dificultades que conlleva desempeñar su trabajo en una zona puesta patas arriba por las obras. "Nos han destrozado", lamentan.
De esa opinión son los dos locales que permanecen abiertos en la propia plaza: una cafetería y una ferretería. En la primera de ellas, resumen la situación de manera elocuente: "Hemos perdido la mitad del negocio". En la ferretería, aseguran que la exención del IAE les vendría "bien", a la vez que insisten en que "alguien, quien sea", les ayude, una vez finalizadas las obras, a cambiar los toldos del comercio: "Nos ha caído cemento, polvo...". Las pérdidas, de nuevo, de casi la mitad. Para los locales de esa zona de la plaza, lo peor es que la plaza está cerrada al tráfico rodado, así como que los trabajadores del Mercado Central no pueden cruzar la plaza para acudir a esos comercios. Los vendedores del emblemático mercado, mientras, están con la mosca detrás de la oreja porque piensan que las obras se están parando, tal como asegura Francisco Dasí, presidente de la Asociación de Vendedores del Mercado Central: "En algunos espacios están recogiendo trastos. Nos tiene preocupados y angustiados".
En la cercana calle Carabasses, a un lado del mercado, se vive una situación parecida. Allí, aunque no dan cifras de las pérdidas, insisten, como en una joyería, en el IAE -"hemos pedido al ayuntamiento que nos eximiera de él, pero ni caso-, aunque lo que más destacan son los problemas de aparcamiento. "La gente nos dice que tienen muchos problemas para pasar hasta aquí", explican desde una herboristería.

Problemas también en Velluters
Ese es el principal problema también de la zona cercana de la plaza de Santa Teresa, justo detrás de Ciudad de Brujas. Allí, los problemas para el tráfico rodado han dado al traste con las cuentas de buena parte de los negocios. Todos -un estanco, una tienda de pinturas, una pastelería, un bar, una empresa de impresión digital- coinciden en que se ha juntado el hambre con las ganas de comer: la crisis tiene buena parte de la culpa de las pérdidas, cercanas al 50%, de los locales de esas calles de Velluters, aunque aseguran que la falta de aparcamiento en la zona provoca que mucha gente decida no acceder a la plaza por los problemas posteriores para aparcar. Así, en un estanco de la calle Joan de Vilarrasa, su dependienta asegura que las pérdidas son cercanas, quizá incluso más, al 50%, "porque la gente ya no pasa andando y no puede aparcar". En una imprenta cercana, indican que en cuanto alguien deja el coche en la acera, "la policía le multa, y así es imposible". En otros establecimientos de la zona hacen hincapié en que de las pérdidas que han sufrido, rondando también el 50%, no saben qué parte del porcentaje es por las obras y qué parte por la crisis. Mientras, el polvo se sigue amontonando en Ciudad de Brujas, y esa obra, que todos piden que se termine ya, no tiene visos de finalizar próximamente.

Compromís critica "la falta de eficacia"

El grupo municipal de Compromís en el Ayuntamiento de Valencia criticó ayer la "falta de eficacia y sensibilidad" en las obras del aparcamiento del Mercado Central y pidió explicaciones al consistorio sobre el estado de estos trabajos. La concejala de Compromís María Pilar Soriano consideró, en un comunicado, que la apertura al público de este aparcamiento "debe ser una de las prioridades del Ayuntamiento de Valencia". Indicó que ha de ser así "no sólo por el perjuicio que han sufrido vecinos y comerciantes durante las obras los últimos tres años, sino también por el importante motor económico que supone para la ciudad".
Compromís señaló que esta obra tendría que "estar finalizada en diciembre de este año". La concejala del grupo municipal señaló que la situación actual "responde a una falta de planificación tanto temporal como económica en un proyecto de una magnitud que afecta a la vida cotidiana y a la economía de los valencianos". Á. S. valencia