miércoles, 17 de agosto de 2011

Los hosteleros dicen que las previsiones del inicio de agosto se han ido al traste

Se las prometían felices. Los hosteleros valencianos abrieron el verano con unas previsiones que indicaban que, por primera vez en los últimos cuatro años, el consumo de los turistas iba a subir en los bares y restaurantes de la provincia de Valencia. Hablaban de que, sobre todo en los locales de la costa, la cosa tenía pinta de ir bien.
Julio fue como esperaban. Pero en agosto las previsiones «se han ido al traste», decía ayer el vicepresidente de la Federación Empresarial de Hostelería de Valencia (FEHV), José Palacios.
Los primeros quince días del mes no han sido buenos, pero lo que ha destapado el pavor ha sido el puente del 15 de agosto en el que la turismo no ha hecho llenar las cajas registradoras de los locales. Para Palacios la clave está en el bajo consumo de la gente: «Si está todo más o menos lleno, pero lo que ocurre es que la gente está consumiendo lo mínimo, y eso se nota en los bares y restaurantes de toda la provincia».
Cuando se le pregunta a Palacios si el mes de agosto será mejor que el de 2010 el empresario lo tiene claro: «Lo normal es que sea mejor o igual que el de 2010, pero aun así será una desilusión para los trabajadores del sector turístico».
Palacios no considera que la llegada de cerca de 12.000 peregrinos a la provincia durante el puente «haya ayudado mucho», debido a que «no han consumido prácticamente nada, porque se han alojado en polideportivos, colegios o viviendas particulares», decía a Europa Press el vicepresidente de la empresarial.
El vicepresidente de FEHV ha atribuido «las decepcionantes cifras» del puente a los efectos de la crisis económica, ya que «con cinco millones de parados la gente está fastidiada, y tiene miedo porque no saben si van a tener trabajo mañana».
Pero Palacios no ha perdido la esperanza: «Aún queda la segunda quincena de agosto. Hoy (por ayer) he ido a Toledo y en la autopista he visto que había mucho tráfico de bajada de Madrid. Es un día de entrada de gente nueva, ¡ya veremos!».
La A-3 es la esperanza del turismo valenciano. Los madrileños y la gente que se baja del interior en busca del sol y de la playa son una buena porción del negocio estival de la FEHV: «Los madrileños han estado entre un 15 y un 20% por debajo de lo esperado. Han sido los valencianos que han ido a la playa y los que tienen una segunda residencia en la zona los que han salvado los muebles».
Y tampoco desdeña el empresario valenciano el mes de septiembre: «Vamos a ver qué ocurre, porque el turismo se está comportando un poco a contracorriente y por eso no podemos descartar lo que ocurra en septiembre».
Palacios hacía el balance de la temporada que les tiene cabilando: «Este ha sido el mejor año desde que empezó la crisis y pensábamos que con las buenas cifras de febrero, Fallas, Pascua y el puente del primero de mayo la cosa iba a funcionar muy bien, pero agosto no está funcionando bien».

5000 pacientes podrán acudir en enero al centro de salud de Convento Jerusalén

En el día de mercado extraordinario de Jesús, la Secretaria Autonómica de Sanidad, Nela García, acompañada por el alcalde de Valencia en funciones, Jorge Bellver, anunciaba el inicio de obras del nuevo centro de salud que ha comenzado a construirse en la calle Convento Jerusalén.
Esta instalación dará servicio a 5.000 personas y permitirá que no se tengan que desplazar a la Gran Vía, la calle Gil y Morte, donde actualmente se presta asistencia a una población de más de 25.200 personas.
Los técnicos calculan que el nuevo consultorio estará listo para comenzar a funcionar en enero del próximo año, 2012.
Contará con un espacio de 263,70 metros cuadrados, sobre los que se prevé realizar una reforma integral de manera que se puedan habilitar tres consultas de medicina de familia, dos de enfermería y una sala de curas y extracciones, además de los ámbitos reservados como servicios, vestuarios, recepción y sala de espera.
La plantilla estará integrada por tres médicos especialistas en medicina de familia, dos enfermeros, un auxiliar administrativo y un celador. El proyecto supone una inversión de 455.085 euros, de los que 401.200 corresponden a la obra en sí, y el resto se destinará al equipamiento del centro.
El alcalde en Funciones, Jorge Bellver, destacó el "compromiso es trabajar conjuntamente con el Ayuntamiento y la Generalitat para que los servicios a los valencianos sean cada vez más próximos y mejores", puntualizó.
Tanto Bellver como García destacaron las dificultades de esta intervención, "dado que se trata de un barrio muy consolidado, y de un local, fruto de la unión de dos edificios, de más de 100 años de antigüedad, lo que supone mayores complicaciones técnicas".