sábado, 20 de agosto de 2011

El dueño de Ferrari llega a Valencia en su megayate

El aire mediterráneo, la buena comida o la amabilidad de los valencianos puede que hayan sido los motivos por los que Luca Cordero di Montezemolo, presidente de Ferrari, haya escogido Valencia para disfrutar de unos días de ocio con su familia.
El magnate llegó el miércoles a la Marina Real con su flamante barco Marhaba de 32 metros de eslora en compañía de su mujer y sus tres hijos de ocho, 10 y un año. Su visita apenas ha durado dos días y ayer por la mañana zarpaba, pero en su estancia, aprovechó para visitar el Bioparc y la Ciudad de las Ciencias y recorrer los lugares más turísticos de Valencia.
Luca Cordero di Montezemolo no podía abandonar Valencia sin entrevistarse con la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá. La cena tuvo lugar la noche del miércoles, y aunque en un principio la construcción de un parque temático de Ferrari en Valencia está descartada, Barberá aprovechó, y con su ya conocida persuasión, le ofreció la Marina Real Juan Carlos I con sus múltiples oportunidades de negocio.
El pasado mes de noviembre la alcaldesa y el entonces presidente de la Generalitat, Francisco Camps, visitó la factoría de Maranello en Italia donde se fabrican los competitivos bólidos.
Barberá y Camps iniciaron conversaciones para levantar en Valencia un parque como el que existe en Dubai. Meses después, la propia Rita Barberá descartaba este proyecto por el momento debido a la actual compleja situación económica. Sin embargo, las relaciones han continuado para realizar futuros negocios.
Durante su estancia en Italia, Barberá invitó al propietario de Ferrari a visitar Valencia. La alcaldesa interrumpía sus vacaciones para mantener este encuentro con el magnate italiano.
Tras la celebración de la reunión del Consorcio Valencia 2007 en julio y con la Marina Real, ya desbloqueada, está preparada para acoger proyectos de toda índole.
La intención de Barberá es dar uso a los espacios diáfanos y a algunas de las bases que se construyeron en 2007 para la celebración de la Copa América. Entre una de las opciones que se barajan es la de crear sedes de empresas. Una filial de la factoría de Ferrari podría ser una de las opciones.
Lo cierto es que la alcaldesa no cesa de trabajar y contactar con los magnates de referencia mundial para venderles uno de los lugares en Europa con más oportunidades. Hace cuatro años consiguió atraer al suizo Ernesto Bertarelli y celebrar la mejor edición de Copa América. Ahora ya trabaja en próximo objetivo: una marina por explotar.

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