Ni deudas de la entidad ni sobrecostes en la construcción de las plantas de basura. «Si queremos reciclar hay que pagarlo». La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, respondió de esta manera a las críticas que ha suscitado la decisión de la Entidad Metropolitana para el Tratamiento de Residuos (Emtre) de triplicar la tasa de basuras, lo que supondrá que el recibo de los hogares que pagan la tasa básica —en Valencia capital y en otros 44 municipios del área metropolitana, que suman 1,5 millones de habitantes— pasará de 22 euros anuales a 69,90 euros. Los pequeños despachos y comercios que pagaban por la denominada Tamer entre 44 y 64 euros ahora tendrán que pagar 139.
Ahora bien, Barberá recalcó que una tasa «no es un impuesto», para dejar constancia de que su compromiso electoral de no subir ningún tributo municipal se cumple a rajatabla. «Las tasas son las tarifas que se pagan por un servicio. Si quieres que te den el servicio lo pagas, y si no, no. Antes sufragábamos un precio más bajo porque, simplemente, se llevaba la basura al vertedero. Ahora queremos que la traten, es decir, procesar los residuos y reciclarlos para su reutilización en los casos que sea posible», explicó la alcaldesa. Y añadió: «Se nos llena la boca hablando de sostenibilidad y del cuidado medioambiental, pero hay que saber que respetar el Medio Ambiente es caro. ¿Queremos tener la basura tratada para que se pueda reciclar? Pues hay que pagarlo».
Aprobación de la Tamer
El PSPV, por su parte, defiende la opinión contraria e insiste en que el PP «lo que quiere es que los vecinos del área metropolitana paguen con su dinero la mala gestión, el derroche y el despilfarro que se ha realizado en la Emtre».
En su afán por evitar una subida de la tasa que los socialistas consideran «abusiva» e «injustificada», el portavoz del PSPV en la Emtre, Salvador Soler, presentó ayer un recurso para «anular y dejar sin efecto» la aprobación de la denominada Tamer, al considerar que la convocatoria y el procedimiento seguido a principios de agosto fue «manifiestamente ilegal» ya que que la documentación que se presentó estaba «incompleta y contenía errores importantes», además de que la asamblea se realizó dos horas después de la comisión, «incumpliendo los plazos y evitando que se pudiera estudiar con detenimiento la documentación».
Y es que para los socialistas el motivo de la subida de la Tamer es bien diferente a los altos costes que implica reciclar la basura de 1,5 millones de personas. «La construcción de plantas de basura tenía una previsión de 110 millones de euros y ha alcanzado los más de 230 millones. Además, los cánones de tratamiento también se han triplicado pasando de menos de 30 euros por tonelada a más de 80 euros. La gestión ha sido nefasta pero ahora quieren que los vecinos pongan la solución de su bolsillo», añadió Salvador Soler, quien además avanzó que la semana que viene su grupo presentará las alegaciones a la tasa —además de animar a los vecinos a hacer lo propio— y concluyó que, si no reciben respuesta o desestiman la petición, presentarán un recurso contencioso administrativo.
Limpieza en los barrios
Por otra parte, los vecinos llevan prácticamente todo el verano denunciando la falta de limpieza en las calles durante el periodo estival y achacando la suciedad a recortes presupuestarios en el servicio y a la ausencia de trabajadores que no han sido suplidos en vacaciones. La alcaldesa dio muestras ayer de sorpresa ante las quejas vecinales y recalcó que el presupuesto «es el que es y no ha habido recortes».
Ahora bien, Barberá explicó que, en verano, es «normal» que se produzcan «ciertos olores y que haya más quejas», pero recalcó que la ciudad que preside «no tiene problemas de limpieza». «Esto no quiere decir que en determinados momentos y puntos haya fallos», concluyó.
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