lunes, 29 de agosto de 2011

Los vendedores del Mercado Central reclaman el aire acondicionado

La imagen se ha hecho habitual este verano. Ventiladores en muchos de los 300 puestos del Mercado Central atestiguan lo que es evidente al poner un pie en el edificio: el aire acondicionado no funciona. O lo hace "a ratos y por zonas", tal como explica Francisco Dasí, presidente de la Asociación de Vendedores del Mercado Central. "Nos dijeron que iba a funcionar a mediados de agosto, pero sigue sin ir", explica un vendedor de un puesto de conservas. Dasí comenta que "tenía esperanzas" en que la obra que está llevando a cabo el Ayuntamiento de Valencia, que ha costado 130.000 euros después de unas obras de Fomento que costaron 3 millones y que consiste en mover uno de los dos motores del aire acondicionado para colocarlo en una zona donde se pueda refrigerar y no se recaliente "estuviera terminada a mediados de agosto": "Ahora miramos más hacia septiembre".

Los turistas y compradores también lo notan. Los primeros entran, cámara de fotos y abanico en mano, a observar la construcción del Mercado Central o a comprar algo para llevarse a sus casas, mientras que para los segundos ya es "normal" el calor que hace durante los meses de verano en el interior del complejo. "Hay que tener en cuenta que el aire acondicionado del mercado sólo atempera", asegura Dasí, que explica el por qué del fallo del sistema: "Cuando encendemos los dos motores, uno de ellos se recalienta y él solo se apaga, por lo que sólo podemos usarlo a ratos y por determinadas zonas".

Silencio en el Ayuntamiento
El consistorio de la capital emplaza a septiembre para hablar de la remodelación actual del Mercado Central. Mientras, vendedores y usuarios pasan calor en el edificio. "Con esta temperatura los productos maduran antes de que los podamos vender", asegura una frutera, medio en broma medio en serio. Dispersos por todo el establecimiento se ven decenas de abanicos, el mejor aliado para combatir las altas temperaturas de los primeros días de la última quincena de agosto. La zona de la pescadería es la más concurrida, toda vez que el hielo refresca y bastante la temperatura del Mercado Central. Los vendedores miran a los aparatos de aire acondicionado localizados sobre los puestos y, resignados, se encogen de hombros. Y todo ello a la espera de que dentro de quince días aproximadamente, a inicios de septiembre, comiencen las obras de reforma de la pescadería del Mercado Central. Cuando finalicen, o al menos cuando estén en marcha, Dasí propondrá, como afirmó a comienzos de verano, abrir por las tardes para aumentar las ventas en estos tiempos difíciles.

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