domingo, 7 de agosto de 2011

Vacaciones a precio ganga

¿Quién dijo que sin dinero era imposible pasar unos días fuera de casa?. En verano son cada vez más las familias que deciden tomarse unas vacaciones a muy bajo coste gracias a las zonas de acampada libre que encontramos en numerosos puntos de la Comunitat.
Centenares de personas están disfrutando ya de unos días en contacto con la naturaleza sin tener que preocuparse por el dinero. Uno de los ejemplos lo encontramos a cinco kilómetros de la población de Chera, a orillas del embalse de Buseo. Allí más de 200 personas han colocado su tienda de campaña en los cerca de 1.000 metros en los que se permite acampar. Agentes forestales se encargan de controlar la población de la zona y permiten a los campistas elegir el lugar en la que ubicarán la que será su casa durante las noches que pasen bajo la luna.
Javi es de Alaquàs y el año pasado no pudo ir de vacaciones porque su pareja trabajó en agosto. Ahora ella está en paro pero los dos se decidieron por disfrutar de las vacaciones fuera como fuera. «De hotel no podíamos ir, así que cogimos comida para una semana y nos vinimos a pasar unos días y a disfrutar del calor», dice Javi.
Un caso totalmente diferente es el que ha llevado a Gonzalo e Irene a pasar sus vacaciones en una zona de acampada. La pareja, de 31 y 32 años, ha llegado desde Castellón y ya el pasado año se decantaron por unas vacaciones así. «Para la semana de vacaciones que tuvimos en julio queríamos hacer un viaje en el que gastarnos algo más de dinero, aunque no fuese muy caro», dice Gonzalo. Y así lo hicieron. Pasaron en Venecia cinco noches teniendo claro que el año siguiente tendrían que acudir a un camping, pero cuando se decidían por uno, encontraron la alternativa de la acampada libre consultando en internet.
«El sitio nos gustaba más que los campings que buscábamos, y además era totalmente gratis», destaca Irene.
Sin olvidar a los grandes grupos de jóvenes amigos, las familias con niños pequeños son los principales vecinos de las zonas de acampada durante las vacaciones. Y es que los más pequeños de la casa disfrutan más del espacio para correr y de los baños junto a la cabaña, que de un hotel de cinco estrellas en una gran ciudad europea. Y los padres, encantados: «Así tenemos más tiempo también para nosotros, porque los niños se entretienen jugando y corriendo con otros niños», dicen los padres.
Desde Torrent ha llegado otra pareja con sus dos hijos pequeños, dispuesta a pasar en el embalse de Buseo una semana. Los dos llevan en paro más de un año, y descubrieron esta forma de hacer turismo a bajo coste el año pasado, cuando ya hicieron algo similar con unos amigos.
Cuando preguntamos por lo que hacían los niños desde que terminaron las vacaciones, el padre hace con los dedos el gesto del dinero. Sus hijos llevan ya varias semanas en casa, por lo que toda la familia se desplaza a la playa o a «una piscina muy barata» de Torrent para pasar el día. Para cambiar un poco de aires decidieron trasladar su casa al campo por unos días.
En familia o con amigos, el dinero deja e ser un impedimento para desconectar y tomarse un respiro cambiando la ciudad por la montaña, y a pocos kilómetros de casa. El único requisito es tener ganas de disfrutar de las vacaciones, aunque no tener demasiado tiempo libre durante la temporada estival tampoco es inconveniente, puesto que se puede disfrutar en cualquier momento del año de las 25 zonas de acampada y recreo que están a disposición de los ciudadanos.
Basta con comprar algo de comida antes de salir de casa y acceder en autobús o coche a las zonas habilitadas por la Generalitat para la acampada libre. No hay que pagar ninguna cuota, aunque sí se debe informar con antelación a la llegada en una de las oficinas del PROP, de cuántas personas van a permanecer acampando, y durante cuántos días lo harán.
No todos los puntos habilitados para la acampada libre ofrecen la posibilidad de bañarse en ríos o embalses. Pero ese atractivo añadido convierte en verano a los lugares con improvisadas playas en los más demandados. Y no solo por el baño, la pesca es también una práctica habitual, junto a los paseos en barca. Ya sea en una pequeñita embarcación o en una inflable, nunca falta gente disfrutando del sol y el buen tiempo dentro del agua.
«Aquí había un matrimonio de Cuenca que llevaba un mes y medio y tenían hasta televisión. Tenían una piragua y por las tardes recorrían el embalse y pescaban», comenta un grupo de jóvenes.
Optar por este tipo de turismo no solo ayuda a los bolsillos durante las vacaciones, sino que permite ampliar el número de días de estancia, prescindiendo únicamente -y dentro de lo posible- de las prestaciones que cada uno desee.

No hay comentarios:

Publicar un comentario